Templos de Eventos-Práctica de Grupo


La práctica cuándo-cuál-cómo funciona a nivel individual y a nivel grupal. El enfoque de esta guía es a nivel individual. Desafortunadamente,  a casi todos nos encanta trabajar y actuar en un ambiente de grupo, pero a menudo nos quedamos cortos cuando se trata de trabajar para nosotros mismos. Reunirse en un grupo de meditación o taller es estimulante y emocionante, pero ya el lunes por la mañana el resplandor enseguida se aleja y nuestro deseo de trabajar para nosotros mismos se desvanece...

Por lo tanto, antes de que entremos en los detalles de esta práctica, quiero abordar el nivel grupal porque es donde los individuos tienden a colocar el mayor valor. Eso es totalmente natural porque nosotros los humanos somos animales sociales. Disfrutamos reunirnos y apoyarnos el uno al otro, así como a aquellos que lo necesitan. Eso no es sólo algo bueno; es necesario, especialmente en nuestro mundo actual.

Sin embargo, ¿qué pasa si fuéramos un grupo de músicos novatos que tienen la oportunidad de ejecutar una gran sinfonía para recaudar fondos para las víctimas de una gran catástrofe? Si simplemente miramos en el futuro, la emoción y el honor de la ejecución, ser el centro de atención, pero no estamos dispuestos a gastar las horas necesarias de práctica individual para perfeccionar nuestras habilidades, ¿qué tipo de sinfonía crees tú que produciríamos? La respuesta es obvia. La práctica individual cotidiana no es glamorosa comparada con la ejecución grupal, aun así una ejecución hermosa y estimulante no puede tener éxito con la falta de una práctica diaria. 

Eventos mundiales como meditaciones por la paz, días de oración mundial, actividades semejantes a la Convergencia Armónica, etc., generan mucha energía y entusiasmo en los individuos que quieren reunirse en grupos para aliviar el sufrimiento y la injusticia. Por otro lado, casi todo el entusiasmo y la mayoría de la energía se evaporan cuando estos eventos llegan a su fin y los individuos regresan a sus vidas cotidianas. Pero, es precisamente aquí, en la rutina diaria de la vida que nosotros debemos hacer el trabajo de controlar el desorden emocional de nuestras vidas. Sin el desarrollo de nuestra destreza de la auto-maestría a nivel individual, la enorme mayoría de las reuniones grupales para meditaciones y actividades de visualización podrían enviar buenas vibraciones dentro de la atmosfera emocional; podrían hacernos sentir bien en el momento; podrían proporcionarnos algún entretenimiento; pero serían grandemente inefectivas en la reducción de la densa toxicidad emocional suspendida en nuestro planeta. 

A pesar de eso, una gran mayoría de estos esfuerzos de meditación grupal son una buena cosa. Sin embargo, su efectividad en conjunto, es reducida severamente si, al final de estos servicios de meditación grupal, los participantes regresan a sus vidas personales llenas de caos emocional. En otras palabras, el trabajo grupal debe ir mano a mano con el trabajo individual. El trabajo que hacemos para ayudar a otros en todos estos esfuerzos de meditaciones mundiales será incrementado con más fuerza y efectividad si somos capaces de agregar energía y un esfuerzo persistente dentro de la práctica cuándo-cuál-cómo en el nivel personal. 

Regresando a las actividades grupales de los Templos de Eventos, nosotros podríamos preguntar, “¿Quiénes participan en esta actividad?” Son personas de diferentes razas, naciones, religiones, y características culturales. Ellos pueden parecer, en el exterior, diferentes, pero ellos son idénticos en el interior porque comparten al menos una cosa en común –ellos desean ayudar a sus semejantes. Y aunque existen miles de organizaciones humanitarias alrededor del mundo trabajando día y noche para aliviar el sufrimiento humano, la comunidad cuántica reunida en los Templos de Eventos representa la extensión y expansión de los esfuerzos humanitarios en el reino subjetivo de las emociones. 

Este trabajo no es como la consejería psicológica ofrecida a las víctimas de tragedias como accidentes, crímenes violentos, o desastres naturales. El trabajo de los Templos de Eventos consiste en entrenar individuos para transmitir subjetivamente aspectos específicos de amor. Este trabajo emplea técnicas que usan términos que son más familiares a los físicos que a los teólogos o psicólogos –términos como campos, embrollos, resonancia, coherencia, y no-localidad. Estos términos implican un campo de unidad fundamental subyacente que energéticamente conecta a todos los humanos en todo el mundo –conectando no solamente a los humanos, sino a todas las formas de vida de todo el planeta. 

Los participantes de los Templos de Eventos (practicantes) además, no le están pidiendo a Dios para que interceda. Los practicantes, como una comunidad cuántica coherente, están aprendiendo a enfocar, dirigir, y transmitir emociones positivas. Estas emociones positivas son las sub-energías del amor universal. Es en esta palabra “amor” donde los practicantes de los Templos de Eventos pasan rozando el campo de la religión. Eso es debido mayormente a las enseñanzas religiosas de nuestro pasado, en las que a los humanos se les han enseñado que Dios es Amor. Dios ES amor, pero Dios no es solamente un Ser religioso amoroso. Dios es también un científico amoroso, un artista amoroso, un educador amoroso, un administrador amoroso, un economista amoroso, un arquitecto amoroso. En otras palabras, Dios es expresable en cualquier campo del esfuerzo humano. 

El punto es que la religión no necesita tener un monopolio en la definición y uso del amor. Lo mismo es verdad con la palabra “espiritual.” Esta noción tiene sus orígenes en la cultura del pasado y se acentuó más cuando, en la Era de la Razón, la religión reclamó el corazón y las emociones, mientras que la ciencia reclamó el dominio físico. Por lo tanto, la religión y la ciencia impusieron sus propias interpretaciones de la realidad en la civilización occidental y en mucha de nuestra presente civilización global. 

El concepto detrás de los Templos de Eventos hace añicos esta separación innatural entre el corazón y la mente. No es el propósito de esta guía explorar las complejidades detalladas del corazón y la mente, pero conforme exploramos la práctica cuándo-cuál-cómo, el corazón y la mente serán vistos más y más como colaboradores –diseñados para trabajar como un equipo unificado e integrado.

En este nuevo tipo de psicología, la palabra “espiritual” es liberada de los confines del dominio religioso. De este modo la palabra espiritual puede ser considerada como ese poder transcendente y transformacional que alivia el sufrimiento infundado y restaura la totalidad. Consecuentemente, los individuos participantes en la transmisión intencional de amor universal están ejecutando un servicio espiritual con la re-integración del corazón y la mente. Este trabajo es espiritual porque intenta restaurar la totalidad, la calma, y la coherencia donde había separación, temor y caos.