8:00 PM. Cena
• Por fin estamos cenando y mi esposa me habla de las tareas que deben ser hechas este fin de semana. Estoy asintiendo, pero no he oído ni una palabra porque estoy pensando en cómo voy a arreglar el lío en el trabajo. Entonces me doy cuenta con consternación de que no he estado presente. Mi mente se ha desviado fuera y no he estado dando a mi esposa la atención que se merece (que cualquiera se merece).
Ya hemos hablado de la importancia de estar en el momento presente y de ser conscientes de nuestro entorno y de las personas en nuestras vidas. El objetivo de mencionarlo aquí no es sólo para reiterar su importancia sino para usar esto como un ejemplo de lo rápido que nuestro practicante está recordando acoplarse a la práctica. Se despierta rápidamente al hecho de que él no ha estado presente por lo que no ha dado a su esposa la atención que se merece.
Este es un ejemplo del efecto acumulativo de realizar el cuándo-cuál-cómo tan a menudo como sea posible. Cuanto más lo practicamos, más experiencia hemos ganado, y esta experiencia se suma a nuestra habilidad y capacidad de construir el hábito de vivir desde el corazón y no desde la personalidad-ego. A continuación se presentan más ejemplos de la dinámica del efecto bola de nieve que podemos construir en nuestras vidas a través de la práctica del cuándo-cuál-cómo. Todas estas comprensiones nacen de las virtudes del corazón.
• Me disculpo por no prestar atención a nuestra conversación.
• A través del valor, soy capaz de expresar honestamente mi situación en el trabajo y explicar las razones de mi comportamiento cruel e ingrato de la tarde.
• Le expreso a ella lo agradecido que estoy de sus esfuerzos para apoyar a la familia de muchas maneras.
• Expreso mi comprensión por cómo se debe haber sentido durante esta etapa de nuestra relación.
• Lo interiorizo, me pongo en su posición y puedo sentir la compasión que brota en mí, y se la envío.
• Mientras tanto, otra discusión ha estallado entre los dos niños en la habitación contigua y en lugar de gritarles que se callen y que se vayan a la cama, les informo que mi esposa y yo vamos a ayudarles a resolver su disputa en la mañana.
• Mientras la música suena me imagino la red de energía de las seis virtudes rodeándome y envolviendo la mayoría de las habitaciones de nuestra casa. Un nuevo ambiente de armonía desciende sobre nuestra familia... al menos por un tiempo.