Altibajos de las Prácticas.


Como todo en la vida, cuando se practica el cuándo-cuál-cómo, tenemos nuestros días buenos y nuestros días malos. Esto es especialmente cierto cuando se trabaja con las emociones. Algunos días nos podemos pasar más tiempo en un estado negativo que positivo. Es por esto que es bueno desarrollar una actitud de neutralidad en la que no llegamos demasiado alto sobre nuestros éxitos o demasiado bajo sobre nuestros fracasos. Al tomar el camino del medio entre estos opuestos, evitamos el apego al resultado, o como se señaló anteriormente, la búsqueda de resultados. La actitud de aceptar lo bueno y lo malo también ayuda a suavizar la montaña rusa emocional que cabalgamos cada día. Por lo menos ahora tenemos las herramientas y los métodos para aprender a manejar el viaje.

Un punto importante a recordar es que todos tenemos un centro de gravedad emocional. Podemos recibir sacudidas cercanas por diversas situaciones emocionales durante el transcurso de un día o incluso un mes, pero nuestros esfuerzos por permanecer alineados con las virtudes nos ayudarán mucho en la restauración de nuestro centro de gravedad emocional.