• Los niños que discuten es demasiado para hacerles frente ahora y no sé qué hacer con la irritación que siento por el periódico mojado. Todo lo que puedo hacer en este momento es observar esta irritación y sentirla profundamente.
Parte de esta entrada se refiere al dolor del momento. Esto se examina en la siguiente entrada, pero aquí nos centraremos en la observación. Esta capacidad se examinó en la sección anterior y he sacado el tema una vez más por su significado. Este individuo está desarrollando el poder de observar su entorno. En la superficie, esto puede parecer insignificante, pero en una práctica como la auto-maestría emocional, la capacidad de observar las propias acciones y reacciones es de suma importancia para la práctica efectiva.
Hay que desarrollar la capacidad de estar en el momento presente tan a menudo como podamos. Tenemos que aprender a estar presentes a nuestros propios pensamientos, sentimientos y acciones. Esta sensación de presencia nos da el poder para administrar estas tres áreas de nuestras vidas con más eficiencia. Cuando pensamos, sentimos o actuamos inconscientemente somos poco más que robots que realizan las funciones programadas durante todo el día.
Tú eres la entidad que utiliza al instrumento humano para pensamientos, sentimientos y actividades. Sin tu presencia consciente, el instrumento— a través del condicionamiento del orden social— lleva a cabo sus deberes prácticamente sin tu intervención, el supuesto responsable del instrumento. Así que no hay manera de practicar el cuándo-cuál-cómo a menos que TÚ estés presente, consciente y capaz de dirigir, administrar y observar por iniciativa propia los resultados de tus expresiones de las virtudes del corazón. Así, la declaración: "Todo lo que puedo hacer en este momento es observar esta irritación y sentirla profundamente", no es una actividad tan inútil como parece a primera vista. Si nuestro practicante fuera incapaz de observar la existencia de la irritación, ¿cómo podría siquiera comenzar a remediar esta falta de autocontrol emocional?
Esto, sin embargo, plantea otra cuestión más sutil. Esta es: la dificultad inicial de aumentar la sensibilidad sin utilizar la capacidad de estar presente y observando este presente. A través de nuestro trabajo con las virtudes, nuestros cuerpos energéticos individuales (el instrumento humano) están siendo marcados con energéticas más intensas. Por lo tanto, tenemos que hacer todo lo posible para observar esta mayor sensibilidad de nuestros campos energéticos individuales a estas fuerzas entrantes.
Una simple analogía podría ser la de los padres con un bebé recién nacido. Mientras que el bebé aún es un bebé requiere atención y una mayor sensibilidad de nuestra parte. El bebé puede ser colocado en un parque o cuna y estará relativamente seguro requiriendo menos observación que un niño de dos años. El niño de dos años ya camina y escala. Se requiere no sólo sensibilidad, sino un trabajo mucho mayor de observación por parte de los padres. Un niño más sofisticado, con más movilidad, y curioso requiere una mayor observación para que podamos gestionar su prioridad. La presencia consciente de los padres se vuelve de vital importancia.
Lo mismo puede decirse para nuestra práctica. Nuestras responsabilidades aumentan a medida que el poder de nuestras energéticas aumentan. Tenemos que ser conscientes para observar el presente y gestionar su uso.