La Meditación de la Rejilla de las Seis Virtudes del Corazón



Uno de los ejercicios dados en “Vivir desde el Corazón” es la Meditación de la Rejilla de las Seis Virtudes del Corazón. De acuerdo a la meditación, mediante la práctica persistente y constante, podemos crear realmente una rejilla de las seis virtudes del corazón alrededor de nosotros mismos en cualquier lugar que vayamos. Esta meditación es realizada en tiempo real. Es decir, nosotros hacemos esta meditación en las escenas de nuestros encuentros cotidianos, en contraste con la sesión de meditación diaria matinal. Nuestro éxito en construir esta rejilla dentro de nuestro campo de energía es un gran paso en la práctica cuándo-cuál-cómo porque eso fortalece nuestra sensibilidad hacia nosotros mismos, hacia aquellos que nos rodean, hacia el corazón energético y hacia nuestro ser superior. En esta etapa, eso significa que tenemos nuestras herramientas presentes y agrupadas para actuar en cualquier encuentro. Podemos entonces compararnos con los médicos de los campos de batalla que llevan con ellos todo el tiempo su caja de accesorios. Cuando la necesidad surge, sus medicamentos y suministros médicos están a su alcance.

Tú te podrías estar preguntando ¿por qué es necesario practicar el cuándo-cuál-cómo si nosotros ofrecemos estas virtudes a cualquier lugar que vamos? Esa es una buena pregunta. La respuesta descansa, creo yo, en la metáfora del médico que recién describimos. Nuestra matriz de las seis virtudes del corazón es similar a la medicina preventiva. Mediante la generación y mantenimiento constantes de esta rejilla, nosotros practicamos la higiene emocional. La mayoría de nosotros sabemos de la importancia de mantener nuestros cuerpos físicos y espacios de vida limpios. De mantener una dieta equilibrada, de hacer suficiente ejercicio. Como adultos, sabemos cómo evitar situaciones potencialmente peligrosas siguiendo reglas de seguridad de sentido común. 

Al crear la rejilla de las seis virtudes del corazón en nuestro campo de energía estamos cultivando un entorno emocional saludable que es una extensión de nuestro entorno físico saludable que muchos de nosotros valoramos bastante y mantenemos como una parte normal de nuestra vida diaria. Así como una vida de dura actividad física disminuye los poderes de nuestro sistema inmunitario, haciéndonos vulnerables a enfermedades y trastornos, vivir emocionalmente enfermo (caos emocional), también reduce el poder de nuestro sistema inmunitario. Así pues, es obvio que combinando la rejilla de energía de la higiene emocional con la higiene física de la vida moderna podemos tener un enorme efecto positivo en todos los aspectos de nuestra vida. 

Creo que es justo afirmar que la gran mayoría de los seres humanos viven en un caos emocional y carecen de control sobre sus vidas emocionales. Debido a esta condición, vivimos en un mar turbulento de emociones en el que el barco de nuestro viaje es vulnerable a los riesgos del sobre-estrés, irritabilidad, baja energía, y consecuentemente a la susceptibilidad de enfermedades y trastornos. Consecuentemente, aun cuando hayamos creado la rejilla de las seis virtudes del corazón, nuestros sistemas pueden todavía ser abrumados por la agitación emocional alrededor de nosotros. Como consecuencia, todavía necesitamos la práctica del cuándo-cuál-cómo. 

En otras palabras, la rejilla de energía nos ayudará mucho a mantener nuestra higiene emocional, pero aún hay muchas ocasiones cuando necesitaremos enviar energías específicas a otros o a nosotros mismos con el fin de asistir en situaciones de crisis. Por analogía, aunque podemos ser suficientemente afortunados para vivir en un entorno físico relativamente sano, hay muchas ocasiones en la vida en los que se necesita ayuda médica específica debido a enfermedad o emergencias. Los sistemas de salud sobrecargados en todo el mundo dan fe de esto. 

El acto de construir la rejilla de las seis virtudes del corazón crea un estado de conciencia que facilita nuestra capacidad para iniciar la práctica porque hemos conseguido la destreza para adentrarnos en las dimensiones del corazón y del alma. Esta habilidad hace posible que estemos alerta a las llamadas de aquellos en necesidad.